Nombre: Gordo

viernes, enero 20, 2006

Joyas literarias perdidas

Poco o nada se sabe de estas piezas de literatura que fueron opacadas y condenadas al ostracismo por circunstancias temporales o por el éxito de otros trabajos:

De joven, Carl Sagan visitó un pueblo de Nayarit y allí escribió un ensayo sobre los números grandes titulado "Moscos".

Durante una breve y desastrosa incursión en la mecánica, Jacob Bronowsky escribió el obscuro tratado "El ascensor de hombres".

Desmond Morris tuvo que resignarse al rechazo generalizado de "El monje desnudo", que documentaba, estrictamente desde el punto de vista antropológico, los inmorales ritos de iniciación en algunos monasterios de América.

El niño Albert Einstein fué expulsado de una escuela católica cuando presentó en una tarea su incendiaria "Teoría especial de la natividad".

Durante su convalecencia en clinicas especializadas, Stephen Hawking tecleó penosamente con la lengua cada letra de "La interminable historia del tiempo libre", pero esta se perdió cuando una sociedad de beneficencia actualizó su computadora sin previo aviso.

Arthur C. Clarke incursionó brevemente en la política-ficción y en ese tiempo hizo "2006, una odisea presidencial", que algunos seguidores afirman ser profético por sus personajes centrales Robert Punch, Andrew Marx-Noel y Phil Pandefox.

"Las confesiones de Zarathustra" de Friedrich Nietzsche, trata de las actividades criminales de un chavo-banda en Caracas, que a la pregunta de “¿quién eres?” respondía cantando: "Yo soy el hijo de vos". Desgraciadamente, el concepto de megalomanía no era ampliamente aceptado aún y el texto fue olvidado.

"El llanero en llamas", de Juan Rulfo, trataba sobre las desventuras de un vaquero y su acompañante indio, quienes siempre terminaban con fuego en la ropa interior, pero el público no lo encontró gracioso.

Juan José Arreola quiso hacer una revista especializada en atuendos con capa negra llamada "Vestiario", pero ni los más excéntricos se atrevieron a semejante extroversión.

Hasta la fecha de hoy, ninguna casa editora acepta "Cementerio de moscotas" a Stephen King, por considerarlo demasiado nauseabundo.

Antes de estudiar apreciación estética, Dan Brown hizo un libro infame intitulado "Méndigo da Vinci".

J. K. Rowling fué amenazada para que no publicara "HP y la cámara secreta", que divulgaría la estrategia de una compañía en el campo de la fotografía digital.

Los "Siete hábitos de la gente altamente suspicaz" de Stephen Covey, describía técnicas para mantenerse en puestos burocráticos a pesar de la grilla. Nadie reconoce haberlo leído, pero fué un éxito de ventas "underground".

Robert Kiyosaki pasó por una época de depresión en la cual desarrolló un escrito anti-motivacional llamado "Hijo de padre pobre, pintito".

Un manuscrito de Greco García, se retrasó 10 años cuando en 1994 los editores mexicanos le aplicaron la conversión monetaria y quedó como "Compre mil Nuevos Pesos!".

La recatada sociedad europea de la época condenó el estudio de anatomía femenina "Cinturas", de Nostradamus, máxime cuando estaba escrito en frases de doble sentido. Ese mismo escrito, con un simple cambio de título, es el texto que conocemos hoy.


¿Qué les parece?

2 Comments:

Blogger Sergio Francisci said...

INTERESANTE BLOG.
UN SALUDO, UNA REVERENCIA.

30 septiembre, 2006 09:33  
Blogger irene said...

muy gracioso lo de einstein! y las lecciones de ruso tambien. bye

23 abril, 2008 13:24  

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